En el Medio, no es una de esas frases felices que se le ocurre a un publicista o a un amigo ocurrente y despierto para intentar llamar la atención, en un mundo demasiado lleno de superficialidad y de imagen fruto de la explosión descontrolada de los más poderosos medios de comunicación y de participación personal que nunca ha tenido la humanidad.